Cuando salgo de mi casa empiezo a mover las piernas, poco a poco levantándola y bajándola, así sucesivamente, bajo unos escalones. Por la mitad del camino me paro y pienso en las clases de ese día o el día que es, si falta mucho para el fin de semana o poco. Vuelvo a caminar y voy pensando si he echo todas las actividades o repasando si tengo un examen. Llego a la puerta del instituto y doy un suspiro muy grande, por que pienso si no van podernos explicar la teoría porque algunos no se callan.
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