jueves, 23 de enero de 2014

De una sensacion agradable a una desagradable.

Una tarde de verano decidimos de ir a dar un paseo con las bicicletas, fuimos a casa a coger bocadillos y agua. Empezamos a pedalear, el camino era bonito, se oían los cantes de los pájaros y se veía florecer los árboles.
Llegamos a una fuente, paramos para llenar nuestras botellas de agua y descansar. Se hacia de noche y decidimos volver a casa, por el camino de vuelta  me caí, me ayudaron mis amigos a levantarme pero me dolía mucho el pie y no podía andar. Llamamos a nuestros padres para que vinieran a ayudarnos, le contamos lo que pasó y se preucoparon mucho, me llevaron al médico. Este me mandó hacer una radiografía, esperamos los resultados y tenía el tobillo partido, el médico dijo que tenía que estar con el tobillo escayolado dos meses. Me puse muy triste, porque era verano y teníamos tiempo libre para disfrutar todo el día con mis amigos.
No podía ni salir a la calle, ni bañarme en las piscinas. Las primeras tardes eran entretenidas ya que venían mis amigos a verme y jugaban conmigo. Pero esto sa acabó ellos se iban a las piscinas y  dejaron de venir, yo empezaba a agorbiarme y a estresarme. No me podía mover y me aburría. Se escuchaba los gritos de la piscina y me ponía triste porque yo podría estar allí. Se me hacían los días muy largos y estaba solo y aburrido. Este fue el peor verano de mi vida, espero que no me ocurra más.












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